miércoles, 1 de abril de 2009

UN INTIMO REGALO

" Y Medea dibujaba olas en su vientre...cada beso era una razón para seguir desde sus pechos hasta el paraíso de su deseo...""Ella sabía que los labios del amante cogerían el néctar que su sexo liberaba, y cedió a los besos de Don Juan... sus piernas enmarcaron el camino... y la lengua del amante, fue separando las carnes mojadas para beber de ellas... un suspiro , y esta entraba más adentro, un gemido y alcanzaba el fondo del cáliz, un beso y atrapaba los latidos de su corazón congelando su existencia, y se enterró en ella para arrancar hasta la última gota que escapó del sexo de Medea..." " Y Medea se perdió entre los dedos y los besos de Don Juan...pero aún no era suficiente...Separé sus muslos para besar el centro de su existencia... fundí su vida resbalando en su interior...Cada embestida era un baile de deseo..Cada gemido un grito en erupción..."
Así, Don Juan de Marco entraba en un lugar sólo reservado para los dioses, "El Olimpo de Medea"...
Don Juan De Marco ( Danzando con los Dioses).


El no se daba cuenta que estaba cayendo en una trampa mortal. En cada néctar que comia de mi sexo, en cada pedazo de piel que besaba, en cada centímetro de su sexo que introducía en el Olimpo de Medea estaba la prisión de su alma. Aún recuerdo sus jadeos, su lengua caliente y mojada, sus palabras fuera de control en mis oidos y el momento en que robé su alma..."cuando su mirada se cruzó con la mía y escuchó mis cánticos de sirena".

Para ti Don Juan de Marco.




1 comentario:

Rodrigo Fúster dijo...

" Don Juan de Marco, de andar sereno, de inocente personalidad, se dejaba seducir para deleitar a las mujeres ... sabía que las fantasías que se despertaban en ellas, les hacía bien al momento de amar.......
Recorría su piel bebiendo de sus perfumes, la fragancia de esa piel entraba por su naríz para despertar los placeres más intenzos...
De gemidos se alimentaba y de caricias vivía... era su esencia, pero jamás perdería su libertad.."

"Envolvía su cuerpo en capa para desaparecer con la luz del día...

Ella dormía en paz y satisfecha hasta la última vertebra...una ligera sonrisa se dibujaba en sus labios y... dormía profundamente. Al alba la despertaría con gran energía, y una profunda sensación en su corazón..."

Don Juan De Marco... eterno amante.