domingo, 31 de enero de 2010

CRUCE DE CAMINOS - Principio -

A lo largo de mi vida, he visto pasar millares de peregrinos en dirección a Compostela.
Muchísimas veces me he preguntado como serán sus vida
s, porque haciendo el Camino de Santiago son todos iguales... mochilas, ropas de trote y cara de agotamiento.
Donde nací, ha sido habitado por numerosas culturas antiguas, desde Templarios hasta Romanos, incluidas Brujas según cuenta las leyendas y es paso obligado en el Camino.
El pueblo vecino es parada obligatoria para lo peregrinos, antes de subir un puerto y llegar a la Cruz de Ferro. El dueño de uno de los albergues es amigo y algunas veces solicita mi ayuda para enseñarle los parajes a algunos peregrinos curiosos.

20 de Junio de 2009
8:00 AM

Mi cuarto estaba lleno de luz naranja del sol naciente. Mi cuerpo desnudo entre las sábanas pedía a gritos las manos, la boca y el sexo erecto de un hombre... tuvo que conformarse con mis manos. Después de una placentera masturbación, sonó el móvil.
Mi amigo
me comentó que había un grupo de peregrinos que se quedarían hasta después del solsticio para ver la zona.
Me invitaban a comer en el albergue para conocerlos.
Me vestí con un mono de pantalón corto y tirante deportivo color verde y unos deportivos tobilleros. Cuando llegué me presentaron al grupo. Eran unos 15 chicos y chicas españoles. Ellas recelosas y ellos impresionados al verme.
Entre tantos, destacaba un chico atractivo, de pelo abundante y de mirada penetrante. Sus ojos se cruzaron con los míos y mi sexo tuvo un respingo húmedo señal de que algo iba a ocurrir entre los dos.

Los peregrinos, cansados de sus aburridas vidas, estaban ansiosos de comenzar el camino, íbamos a aprovechar para contar historias de los antiguos moradores y guardianes del camino, hechiceros y demás seres habitantes de los bosques mágicos del Camino.
Al llegar al albergue reconocí aquellos símbolos, era antiguo, sellado por la marca de aquellos que daban cobijo antaño a los peregrinos, los hospitalarios, uno de los oficios del temple. Eso me llenó de adrenalina, pues qué mejor lugar para reflexionar hasta el solsticio de verano, cuando conjuraría a los espíritus moradores para que nos protejan durante el viaje. Me excité sobremanera, lástima que en aquél grupo no existía hembra alguna a la que mereciera siquiera la molestia de intentar taladrar. Chicas guapas, sí, pero ninguna me motivaba, y ya me veía masturbándome en el baño bajo el grifo de la ducha.
Entré el último y la vi, deslumbrando todo aquello que había dentro del umbral de recepción, impresionaba desde el primer instante. Sus ojos se cruzaron, y dejé de respirar, sentía cómo me desnudaba con la mirada, mi polla se empeñó cual caballero a erguirse ante semejante hembra. Ojos profundos de color negro, labios frescos, pelo azabache que cubría tímidamente su mirada, pero ni eso lo pudo evitar.

5:00 PM

Habíamos comido todos juntos, charlando de sus vidas y de leyendas que habitan en mis bosques. Por la tarde los llevé a visitar varios parajes de la zona, entre ellos la fuente del Sabbat, donde se cree que en ella se reunían las brujas del Noroeste español para compartir sabiduría y gozar de orgasmos múltiples con sus ungüentos, alrededor de la hoguera.
Durante el senderismo, me daba cuenta que el chico especial del grupo Martín, no me quitaba ojo a mi culo. Me di cuenta de ello y lo movía todo lo que mis caderas podían…creo que iba mareado de tanto meneo…
Se colocó a mi altura para darme conversación…..pero su mirada era lasciva y su entrepierna estaba más que hinchada. Me gustaba soberanamente verlo empalmado.

La situación era insostenible, mi miembro se hacía cada vez más grande, ella lo advirtió y mientras se mordía tímidamente el labio inferior me miraba descaradamente mientras sus pezones hacían acto de presencia, cosa que me ponía aún más. Ella paró la marcha. Me preguntó si me gustaba aquel sitio. Era un lugar mágico, con piedras en cascada, como si las camas fuesen naturales, era precioso, pero no para un círculo mágico, aunque realmente sólo pensaba en abarcarla, arrancarle ese mono con los dientes y darle calor con su propio cuerpo. Ella escuchó de algún modo mis pensamientos.

Dejé que disfrutaran un rato de aquel lugar. Martín y yo nos alejamos un poco del grupo. Señalándole con la mano figuras hechas sobre las rocas, intentaba ponerle mi escote disimuladamente sobre su cara…
El estaba ardiendo y yo mojadísima.

Mis manos acariciaron su rostro mientras mis ojos se la comían, y mis labios poco a poco se acercaban a los suyos, mientras dejaba bien claro el estado de excitación viril, que golpeaba incesantemente sobre ella, quien quiso ayudarme a bajar la presión desabrochando el botón y bajándome la cremallera con la mano izquierda, la derecha la tenía ya dentro clavándome las uñas en mi culo. Mis manos tomaron el control sobre mi propio cuerpo, no podían dejar de tocar y acariciar aquella mujer de piel suave, sus pechos turgentes serían de difícil olvido, sus curvas... desaté el mono y me percató que no llevaba nada debajo,... con una mano acariciando su espalda hasta el lugar donde pierde su casto nombre, y la otra marcando las suaves líneas de su pecho, …ella me miró, sonrió y cual peregrino se arrodilló ante mi para llevarse a la boca un digno manjar, que perfección, parecía que su garganta no tuviera fin... cómo sabía lo que debía hacer, qué maestría... Yo no podía más, esto era un sueño, una mujer así, con esa fogosidad, no podía fallar, tenía que aguantar como fuese.

Sabía que él iba a intentar aguantar en correrse, pero no lo podía permitir porque el grupo no tardaría en echarnos en falta. No teníamos mucho tiempo.
Intentó quitar mi boca de su verga, pero me agarré a su culo como una gata con uñas y la metí hasta el fondo de mi garganta. Empecé una succión con mucha fuerza y muy rápida…necesitaba tragar su semen para robar su alma como hacían las brujas y no me iba a ir de allí sin él.
Él no paraba de jadear, de decirme que se iba a correr en mi boca, que si era eso lo que quería, que si no quería que me follara, que le contestara….pero, cómo iba a contestarle con la boca llena? No dije nada, solamente devoraba su polla hasta la saciedad y solamente oí “Me corrooooo zorraaaa….” ummmm… según entraba en mi boca, sentía un poder sobre él extraordinario... sabía que lo había atrapado.
Alguien nos llamó. Tuvimos que salir fingiendo como si no hubiese ocurrido nada. Martín me susurró, “y tu qué?” Le dije que mañana en la noche haría un sabbat en la fuente de las brujas y allí debería de ser mío para lo que yo quisiera.
El aceptó.

9:00 PM

Le dije al grupo que nos volvíamos al albergue, se estaba haciendo de noche y en estos bosques han vuelto a aparecer lobos.
Ya en el albergue fuimos a cenar, comentando lo mágico del lugar visitado. Le dije que mañana en el solsticio haríamos un sabbat. Invitaría algunas amigas mías y que se prepararan para disfrutar.
Martín estaba en otro mundo. No paraba de mirarme con unos ojos extraños.

22:30 PM

La cena finalizó, unos cuantos nos quedamos en el salón junto con Medea, charlando sobre todo lo que a mi me gusta. Le pregunté por aquellos símbolos y heráldica del albergue, pero no sabía qué eran, dijo que era un lugar muy antiguo, pero no se imaginaba cuánto, ni qué podía llegar a esconder en sus alrededores para que sus antiguos moradores lo protegieran. Salí a tomar el aire, algo me perturbaba, algo no iba bien. Medea, ese nombre... no, no puede ser casualidad, sus ojos color negro, su cabello, la forma en la que me hizo suyo... no es posible. Medea, sacerdotisa de Hécate, diosa de las Tierras Salvajes y de los partos, ya que según cuentan, ayudó a su madre Deméter a parir cuando su hermana Perséfone fue raptada. Demasiadas cosas en mi cabeza, demasiada información, demasiado real. Era más que un simple apodo, yo la vi, la desnudé, ella me extrajo mi alma según los ritos de los antiguos misterios. Me anuló totalmente, pero a la vez la deseaba tanto, no podía dejar de pensar en sus labios rodeando mi falo mientras gemía de placer...
Tenía todo lo necesario, era realmente poco, pero la lujuria se apoderaría del lugar, mis compañeros de viaje, incapaces de ver más allá de sus propias narices no sabrían distinguir un cervatillo de un jabalí si cualquiera de los dos estuviera dispuesto a chupársela. Y las chicas, pobres de ellas, todas reconocidas como vírgenes, necias sin valor de reconocer que les gusta el sexo más incluso que a ellos, pero todo eso verá la luz. Mañana, durante el sabbat, quizás sea mejor que no haga nada y permitir que se desinhiban y comprendan lo que es realmente afrontar las consecuencias de los actos voluntariosos. Sí, con las amigas de Medea calentando al personal, las otras chicas celosas de su propio encierro moral se soltarán la melena y deseosas de chupar se lanzarán como unas zorras a comer pollas.
Y cada una intentará demostrar que es incluso más puta que las demás. Yo sólo deseo estar con Medea, no me importa cuántas amigas más me traiga a mi alrededor, mi polla sólo será suya y de quien ella desee. Sé quién es, sé lo que quiere de mí, y no me importa. Vine al camino a ésto, sé que he de disfrutarlo y dejarme llevar.
Uffff, sólo de pensarlo tengo ya la polla traviesa una vez más, no aguanto, debo descargar de nuevo... no me apetece masturbarme sólo, pero pensar en ella... este es un buen lugar... me saqué la polla y comencé a sacarle punta, suavemente, acariciando, pero la imagen de Medea volvió a mi mente, desnuda alrededor de la hoguera, (mi mano agarró la polla con firmeza y comenzó a menearla de tal forma que parecía que se escaparía de su propia base), revoloteando, poniendo cachondos al personal, besando en los labios a todas las chicas, acariciando el pecho de algunas mientras me miraba con lujuria... se acercaba cada vez más... se puso delante mía, erguida, me miró, la capa que llevaba se deslizó suavemente por sus hombros yaciendo entre sus pies.

Sus pechos simplemente perfectos, me acarició el rostro y continuó con su baile, acariciando a todo el personal, simplemente me dejó para el último. Sin que me hubiera tocado un sólo pelo, con ese desnudo ante mi me demostró su sumisión ante el macho cabrío que patriarcaba el sabbat, yo. Ella sería mía toda la noche y por su condición de mujer, descendiente de Lilith, sabía que conseguiría todo lo que quisiera de mí. Mis gemidos eran cada vez más fuertes, estaba disfrutando como jamás lo hice en soledad, hasta que escuché una voz “me echabas de menos?”. Ahí estaba ella, caminando hacia mí, sonriendo como una Diosa, maliciosa, bella, segura, indómita... iba dejando caer prendas a cada paso, hasta que me dijo “tengo frío”. Nuestros cuerpos se fundieron en una sola masa, armónicos, como si hubiésemos estado follando toda la vida, como si ya supiésemos lo que deseábamos el uno del otro. Las palabras sobraban.

Me pedía que se la metiera toda entera pero lentamente, esta vez quería que se corriera, no tenían por qué interrumpirnos. Ya tumbados en la hierba se giró de espaldas a mi, me agarró la polla y se la metió por el culo diciendo “despacio...”. Lentamente fui entrándole, noté cómo ella cerraba los ojos, relajándose y gimiendo, sonrió de pronto y me dijo “me recuerdas a Jasón...”, y entonces lo comprendí todo, y por qué había llegado hasta ella, nuestro pasado, nuestro destino, unidos por una línea muy fina.
Continué con mi labor, pues ahora sabía que nada podía hacerme daño, al contrario. Sus palabras me llenaron de amor y de ternura, comencé de besarle el cuello, con sutiles soplos de aire fresco que le ponían la piel de gallina... mis manos paseaban por sus pechos sin prisa... ambos nos movíamos al son de una música, un único instrumento, pude reconocerlo, la lira. Y comencé a tocar su sexo al mismo son, ella gemía entonando y me contagiaba igual. Tal era la pasión que brotaba entre nosotros, tal la complicidad, resonando en ese bosque de silencio, que entre gemidos, besos, caricias, llegamos a un profundo, lento y alborotado orgasmo al mismo compás.

De golpe me desperté en la cama del albergue, estaba soñando. Me quedé dormido, pero era todo tan real... tan real que había mojado el calzón y las sábanas. Salí al baño a lavarme un poco, entre risas de algunas chicas que se habían quedado despiertas y por lo visto me escucharon, pero al ver el tamaño de mi excitación las risas cambiaron de tono, ahora eran con la boca abierta, como si desearan comérmela. Sin decir palabra, ajeno a cualquier tipo de opinión juiciosa, me acerqué a la ducha, abrí el grifo y me metí dentro. Al comenzar a frotarme lo vi. Tenía en mis manos un colgante de cinco puntas, como el que Medea llevaba en mi ¿sueño?

Continuará.......

PD. Gracias Martín por hacerme sentir tan mujer con tu colaboración. Es un placer.

MARTIN: http://elburilcelta.blogspot.com/

20 comentarios:

Hachero dijo...

Me has cambiado la tarde, tengo infinitas ganas de hacer el amor.
Saludos.

Anónimo dijo...

Miles de historias hay en el camino, miles de historia a cada cual más y más sorprendentes. La suya, la suya me ha sorprendido, al tiempo que generado en mí un sentimiento contradictorio, toda vez acabo de concluir una jornada más en ruta y lo he hecho en soledad.


Un beso peregrino.

Anónimo dijo...

En mi anterior comentario, me falto decirle que conozco bien distintos caminos hacia Compostela y de todos ellos podría contarle alguna que otra historia a cada cual más sorprendente.

Renuevo pues mis besos peregrinos.

Unknown dijo...

Precioso y tórrido relato.
Esto de hacerlo entre dos es una estupenda idea, pues así se van viendo los pensamientos y sensaciones de cada uno de ellos.
¡¡¡Me encantó!!! y espero con impaciencia su continuación.

Mil besitos para ambos,
Julia

السر dijo...

مدونة رائعة ومثيرة جدا .. لكن لا أعرف ما هو مكتوب لك الصور أكثر من رائعة .. تحية لك على هذا الإختيار الموفق

تقبلي مروري

AMOR dijo...

La leche chiquilla y nunca mejor dicho, es que despues de esto te quedaron ganas de que te entraran mas cosas en la boca.
Uffffffffffff!!!!!!!! y ahora que hago yo, que no tengo aqui ni mis juguetes.
si esto es la primera parte solo te pido un favor, avisame con tiempo pata estar preparada para la continuacion.
Quizas te tendrian que dar las gracias a ti por hacerlos sentir mas hombres.
Besazososososososososssssssssssss

Martin dijo...

Gracias Medea a ti, por dejarte AMAR de esta forma con un simple gesto de sinceridad. Gracias por saber leer, gracias por saber sentir, y gracias infinitamente por estar ahí.

Besos

Arwen dijo...

La verdad que os aplaudo..me he quedado muy sorprendida por el ambiente mágico y seductor del relato, ha sido todo un lujo leerte Medea...y me he quedado con ganas de leer mas, excelente cielo, un abrazo con cariño...

Néctar dijo...

¿Escrito entre dos? uhmmm, interesante.

Junio el mes que más calor hace, un relato encantador de actitud reservada, donde la lujuria relata unas horas exquisitas de placer.

Néctares

© MEDEA dijo...

HACHERO/ Me alegro profundamente, la pena es no haber estado en ese momento a tu lado.

© MEDEA dijo...

PEREGRINO/ lástima que cuando hiciste el camino no nos encontramos. Tal vez hubieras vuelto al mundo de Medea. Seguro que volveremos a coincidir. UN BESO

© MEDEA dijo...

JULIA/ da mas trabajo porque tienes que intercambiar el relato hasta que a los dos nos gusta, pero la verdad es que es muy gratificante saber como son eróticamente los demás. Pruébalo. MUAK

© MEDEA dijo...

AMOR/jajajaaaaaaaaa...guapa, dentro de dos dias que sino el horno se enfria..MUAK

© MEDEA dijo...

MARTIN/ sencillamente ha sido como si nos hubiesemos amado en realidad...te he sentido en lo mas profundo de mi ser. UN BESO

© MEDEA dijo...

ARWEN/ sabes que en mi mundo todo gira entorno a lo erótico y a lo mágico..YO TAMBIEN CREO QUE TU MUNDO.
UN BESO

© MEDEA dijo...

NECTAR/ gracias y bienvenida. Me alegro que te guste. Te sigo en tu precioso mundo. UN BESAZO

© MEDEA dijo...

SECRETO/ Que pena no podernos entender en idioma.
Gracias de corazón por visitarme. Un Beso.

© MEDEA dijo...

SECRETO /
سر / عقوبة تلك اللغة.
خالص شكره للزيارة. الامم المتحدة Beso

Max dijo...

El Camino de Santiago conlleva un alto componente mágico. A la vista está.


Besos

Amanteceres dijo...

Siempre hay Magia en tus relatos, da igual el camino que elijas, tú los haces fantásticos...
¡¡Felicidades!!


Un besazo.