martes, 23 de marzo de 2010

1.000 Mariposas

Suena a la puerta el claxon de su coche. Me tenso.
Hoy deseo ser suya en cuerpo y alma.
Por Dios que guapo está con esa camisa blanca y sus vaqueros. Un hombre maduro, de espalda ancha, musculado y cada vez que lo miro mi cabeza se imagina la fuerza que tendrán sus brazos para manejarme a su antojo....
Le dí un beso y pusimos rumbo a la locura sin saberlo. El iba conduciendo y yo no podía evitar mirarlo y sentir en mis entrañas el bullicio de 1000 mariposas.
Desenganché mi cinturón de seguridad y me arrimé a él, le rodee con mis brazos y le di un beso en la mejilla. El soltó una mano del volante y me rodeó por la cintura y me dijo:
El: Que te pasa?
Yo: Estoy mimosa
El: Y eso?
Yo: Me apetece ronronear en tu cuello. Me dejas?
El: Claro
No podía evitar la necesidad de chupar con mi lengua el lóbulo de su oreja, de lamer su cuello...Lo sentía tenso...creo que excitado. Su mano bajó a acariciar mi trasero suavemente por encima de mi falda. Eran un conjunto de emociones y sensaciones que erizaban mi piel y pellizcaban mi corazón.

El: Medea, no se que te ocurre hoy pero te aconsejaría dejar mi oreja y mi cuello o podría hacer algo impulsivo que igual no te gusta.

Me aferré aún mas a su cuello y desabroché dos botones de su camisa. Mi mano se puso juguetona con su vello y sus pezones, que se endurecieron al instante.
Me dejó que jugara. Su respiración era entrecortada.
No me atreví hacer mucho mas sin su permiso por miedo a ser rechazada, pero entonces sentí en mi interior, como se desencadenaba el deseo y el calor de dos corazones que querían devorarse.
Soltó la mano del volante por un breve momento para desabrocharme las blusa lo suficiente como para ver mis pechos cimbrearse en sus manos. Todo mi ser ardía y como un niña traviesa ya no podía parar de acariciarle.
Seguía agarrada a su cuello, dándole tantos besos como mariposas tenía en mi interior, pero mi endiablada y desobediente mano pedía guerra y bajó hasta su cinturón y lo desabrochó, hasta su botón y lo desabrochó, hasta su bragueta y la bajó.....y él consintió.

Su mano que hasta entonces estaba acariciando mi culo, se fue metiendo poco a poco entre mi tanga mojando todo a su paso. Su mirada no se apartaba de la carretera, mientras su dedo se introducía en mi sexo lenta y profundamente.
No pude evitar gemir en su oreja al ser penetrada por su dedo y dejar que mi mano agarrara su impresionante, dura, mojada y latente verga. Todas aquellas palpitaciones, humedad, caricias y besos me tenían drogada.
Me dejé llevar por aquel placer tan intenso que se me regalaba y entonces, coloqué mis manos sobre el salpicadero del coche mientras mis caderas se meneaban en círculos, haciendo que su dedo se clavara con fuerza en mi sexo consiguiendo hacerme gemir.
Iba en otro mundo, yo tenía los ojos cerrados y no veía ni carretera ni nada mas, estaba perdida en un mundo de placeres voluptuosos y sonidos que me hacían desplegarme.
De repente sacó su mano de mi sexo y pegó un frenazo. Abrí los ojos y me dí cuenta que había detenido el coche en un desvío de la carretera.
El: Como te deseo Medea. No puedo dejar que te corras así.

Desabrochó mi blusa y me la quitó...solo me dejó mi minifalda.
Desabroché su camisa y se la quité....bajé sus pantalones y su boxer. Divina imagen y apetecible manjar....y toda para mi. Me lancé a besarla, a deglutirla, a saborear toda su fuerza y aquella verga se doblegaba a mis necesidades y vicios.

Me cogió por los hombros y me acomodó encima de sus piernas. Recostada sobre el volante, mis manos pegadas a la luna delantera y sin dejar aún que me penetrara, conseguí con mis gemidos y mis meneos que su boca y su lengua recorrieran por entero todo mi cuerpo, enloqueciendo en cada pliegue que surcaba.
Todo se hacía ya insostenible, así que no pedí permiso, la agarré con mi mano, la orienté a la entrada de mi Olimpo y de un golpe quedé ensartada en su daga mortal. Mortal de pasión, de locura, de lascivia y de orgasmos continuados.
Cabalgando como una amazona sabiendo el terreno que patea, conseguí que sus gemidos y su aliento hicieran de aquel coche la mas maravillosa habitación de la pasión. Cara a cara sin dejar de desearnos, de ver cada uno la cara que tiene la lujuria, nuestras lenguas deseosas de ser una sola y nuestros sexos intentando vencer al contrincante, hacían que nuestras almas estuviesen en el paraíso bailando un tango .
Llegó mi orgasmo y el suyo. Y ni siquiera en esos momento dejamos de mirarnos a los ojos para que fuera aún mayor el placer de vernos el uno al otro roto de pasión. Desplomados y fundidos pecho contra pecho.
Toda aquella manera de entregarme a él y la firma de un corazón que mi mano hizo en el vaho del cristal de su coche, consiguieron que enamorar aquel hombre maduro tan sabio en mujeres y tan falto de amor.

sábado, 13 de marzo de 2010

A las 11


Perdone, tiene mucha prisa?
Solo necesito 5 minutos.
Disculpeme que salga a llamarle la atención en el rellano de la escalera y casi desnuda, pero es que le oí pasar y tenía que hablarle.
Me he enterado de que es Vd. el vecino de arriba y quería presentarle una queja con todos mis respetos. Es que mire Vd., desde que ha venido a vivir encima de mi soy incapaz a dormir.
Todos los días a las 11 de la noche, no se que parte de su casa tiene encima de mi dormitorio, no se si es el suyo o es alguna sala, pero empieza Vd su trajín amoroso con su "señora" y no puedo evitar escuchar.
Comprenda que duermo sola y en el silencio empiezo a oír ese "pum, pum, pum" sobre la pared, que no se si es una mesa o su cama, y como grita su señora y como Vd se pone a gemir y decirle cosas a su señora que mis oídos no llegan a captar, y esos azotitos sonoros que le da en su culete...
Y claro, no es que me jorobe que Vd tenga sus desahogos, pero entiendame a mi....


Me imagino que soy yo quien está entre sus piernas,
a la que moja entera,
a la que lame de alante atrás,
a la que le da azotitos en el culo,
a la que hace gritar y llamarle de todo mientras la hace suya.
Yo estoy muy cansada de estar todas las noches deseándolo y al final tener que ser yo quien acabe con el palpitar de mi sexo y la verdad no se que solución darle. Si viene Vd a visitarme antes de las 11 no podrá cumplir con su señora y si viene después de las 11 pues no podrá satisfacerme a mi, así que, digame Vd:
¿Que podemos Hacer? Porque yo a Vd. le gusto no?


jueves, 11 de marzo de 2010

VOY

Viéndote tumbado, erecto, de mirada lujuriosa
y con los brazos esperándome, no quiero hacer otra cosa
mas que disfrutarte.
Me tiro encima de ti sin mas.
Amortiguas mi golpe entre risas que me contagian,
mis pechos se clavan en el tuyo,
y las risas pasa a ser gemidos simpáticos.
Nos miramos sin decir palabra,
mi saliba se mezcla con la tuya,
tus manos me desnudan,
tu calor también es ahora el mio.
Tu sexo brinca y juega al
toca-toca con el mio.
Me haces tuya de un solo golpe
y entonces los gemidos simpáticos
pasan a ser gemidos que queman.
Tu sexo me abre, me rompe, me golpea,
me menea, me monta, me tortura,
me doblega, me empapa y me eleva al orgasmo brutal.
Sigo. No paro. Te cabalgo.
Y mi sexo te abraza, te ahoga, te frota
te sube y te baja, te endurece, te derrite
y te derramas en él.
Nuestras manos besan la piel y
nuestras bocas el alma.

domingo, 7 de marzo de 2010

El TIOVIVO


Siempre me gustó subirme al Tiovivo.
Ese subir y bajar, suave y lento
con las piernas abiertas,
agarrada a una barra para no caerme y
escuchando la música dulzona
que me transportaba al mundo mágico de los sueños.

Hoy eres tu mi TIOVIVO
Me subo a ti, agarrándome a tu cuello,
me acomodo a tu asiento,
encajando perfectamente.
Empezamos el movimiento de
subir y bajar,
subir y bajar,
lento, suave, dulce, profundo.
Embriagándome lo que veo,
lo que me haces sentir,
en la locura en la que me envuelves,
y oigo la música de nuevo.
Música que sale de tu boca,
de la mía...gemidos armoniosos
y acompasados al movimiento
de subida y bajada.
Música que vuelve a transportarme
al mundo de los sueños y que me hace
volver a ver el mundo desde las alturas de los Dioses.


lunes, 1 de marzo de 2010

AMEN


No te atrevas a juzgarme, o acaso te crees mejor que Yo?
Porque? Que te hace diferente a mi?
Alguien te ha dado poder para juzgarme?
El que verdaderamente AMÓ, NO JUZGÓ.
Aprende de El.
Como buena Samaritana,
mi casa es de todo aquel que sepa aceptar a las personas
tal y como son.
Y si tanta pasión te ofende, no te obligo a pasar a visitarme,
simplemente te vas por la puerta
llevando tanto descanso, como tu partida deja.
AMEN