lunes, 24 de agosto de 2009

AQUÍ TE PILLO, AQUÍ TE......



Estaba como Arguiñano, haciendo la cena, pero mas sexy claro...desnuda y delantal, cuando te vi entrar en la cocina desnudo, con ojos de querer comer (y no precisamente la cena) y con un mástil puesto, que riete tu de las tiendas de campaña. Te miré, eché una sonrisa y seguí con mis fogones.

Sin mediar palabra, y por detrás, me abriste las piernas y comenzaste el ritual de macho devorador de mi sexo.

Cuando empecé a coger temperatura, mi cabeza intentaba apagar los fogones, pero apenas veía el interruptor del off. Le daba manotazos a todos, aquello no paraba de pitar y mi sexo no paraba de latir, de mojarse....aquella lengua viciosa, esos dedos que no paraban de tocar la melodía de la cópula y mis manos dieron pro fin con aquel botón endiablado del fogón.

Me abrí de piernas para poder morirme de locura en tu juguetona boca. Lo quisiste así y así fue. Tu cena estaba servida. No dejaste ni una gota por beber de mi orgasmo. Paralizada y sin fuerzas para poder cerrar las piernas, me cogiste en brazos y me sentaste en la encimera. Te miré a los ojos, los míos debían de ser un poema porque aun te trastornaron más. Te miraba, metía mi dedo en tu boca y lo chupabas con vicio, tu barba olía a mi sexo y aun llevaba en ella rastros de mis fluidos. La besé y lamí para limpiártela. Me subiste las piernas hasta tus hombros, miraste mi sexo, lo acariciaste con tus dedos. Introdujiste tu dedo en mi Olimpo y luego en mi culo, despacio, suave...y mientras lo hacías me mirabas, mirabas si era receptiva a ser penetrada por detrás...con mi mirada te acepté y sin más, me penetraste hasta el fondo. Suave, sin prisas, deleitándote en lo que hacías a la vez que tu mirada no perdía ni un solo detalle de mi angustiada cara....angustia que se fue convirtiendo en un placer desbocado y que mis palabras te alentaban a seguir. Tus manos masturbaban mi clítoris, las embestidas eran cada vez mas fuertes, yo besaba tu boca.....hasta que no pude contenerme más y mi orgasmo y el tuyo llegaron con tanta fuerza, que hasta las sartenes daban palmadas ante la visión salvaje de nuestra pasión.
Y ahora quien termina de hacer la cena? o Tomamos un café?




lunes, 17 de agosto de 2009

ERGUIDO


Erguido, siempre levantado, siempre dispuesto para MI
Una simple mirada,
un roce de mis dedos,
un susurro al oido, un texto escrito.... y HECHA LA MAGIA.
En el momento que cualquiera
de tus sentidos, presienten a Medea,
EL deja de pertenecerte.
Por mucho que se lo niegues,
EL comienza a tener vida propia y
YA NO ES TUYO...ES SOLAMENTE MIO
Intenta pensar en otra mujer,
SINO QUIERES CAER RENDIDO
EN LOS BRAZOS DE MEDEA.
!!!AVISADO ESTÁS!!!



martes, 11 de agosto de 2009

LA MONTURA


Unos amigos y yo decidimos hacer senderismo. Llegamos a un pueblo en el que había un "picadero" de caballos. Adoro los animales y en especial los caballos aunque siempre les he tenido respeto.
Había un chico cepillándolos y me acerqué para conversar con él. Yo llevaba vestido corto deportivo y zapatillas. Al principio me miró con recelo, como si fuera la típica boba que no sabe distinguir un caballo de una vaca. Al ver que entendía de animales, empezó a cambiar su actitud. Todos escogieron sus caballos para salir a pasear, pero yo no me atrevía a montar sola, así que el chico morenazo me dijo que subiese con él, que haríamos el recorrido juntos.
Subí al caballo y detrás se colocó él en la misma silla. Ibamos muy apretados...literalmente iba sentada en su paquete. Mi cabeza desconectó automáticamente y estaba centrada en la sensación que tenía mi culo al estar presionado por el sexo embutido en los vaqueros del morenazo. El cogió las riendas del caballo y mi cuerpo quedó metido en el arco de sus brazos. Mis amigos iban delante a lo suyo y nosotros los últimos.

Yo intentaba que entre mi espalda y su pecho corriera el aire, pero entre aquel meneo constante sobre mi culo y sus brazos rozando lateralmente mis pecho, no pude ir en contra de mis deseos y recosté mi cuerpo sobre el de él. Se le escapó un gruñido de la garganta. Yo percibía su calor...él mi olor de hembra...sentía como respiraba en mi cuello. Yo dejé que observara mi escote que ayudé al bajar el tirante de mi vestido. Su sexo empezó a latir y a crecer en su pantalón y de repente, giró el caballo y se desvió del grupo. A trote me llevó a un paraje divino. Cuando llegué, mi vestido ya había caído hasta mi cintura dejando ver mis pechos. Sin desmontarnos, él besó mi cuello mientras una mano recorría mis pechos febriles y la otra acariciaba mi sexo empapado.
Me alzó en el aire y me puso mirando hacia él. Delante de mis ojos, se desnudó y creí morir de placer al verlo en ese estado. Mis manos no tenían mucho espacio, pero empecé como pude a masturbarlo aún mas. Cuando estaba completamente erecto, me monté encima de él...abrazada a su cuello mientras él cogía las riendas del caballo y empezó a moverlo. Cuando comenzó a trotar, con él dentro de mi, creí que estaba en el Olimpo. No hizo falta movernos, el caballo hacía todos los movimientos y cuando lo aceleró creí que me rompía en mil pedazos. El aguantaba como un León y mientras mis orgasmos se multiplicaban...no podía para porque él no quería para al caballo. Mis gemidos se oían por todo el valle y él tenía cara de bestia salvaje. Ya no recuerdo cuantos orgasmos tuve, solo sé que cuando le llegó el suyo, por fin paró el caballo y se desplomó sobre mi cuerpo. Fue una experiencia inolvidable porque aparte de los orgasmos que tuve, la sensación de libertad, la forma de vivir un sexo tan salvaje, estuve una semana sin poder sentarme en una silla.



martes, 4 de agosto de 2009

DEJAME

Buceo entre tu piel
Busco en lo mas profundo de tu corazón
Tropiezo con el pasado.
¿¿¿Me dejas quitarte el escudo
y hacerte el hombre mas feliz
del universo???